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libro español para chinos

EL DRAGÓN ROJO SE VUELVE… ROJIGUALDO

El último desafío de Eurolingua: enseñar desde cero a una alumna china la lengua del Manco de Lepanto. Y. R. H. de 17 años acude al centro inicialmente asustada por haber llegado hace poco a un país que no es el suyo, con una cultura completamente diferente, encontrándose en medio de personas que dan apretones de manos, palmadas en los hombros y que tienen cuerdas vocales de sopranos y tenores. Los profesores están preparados; dos largos fines de semanas investigando sobre la cultura china para entenderla y aprender a no estrechar manos, ni a dar palmadas en los hombros y sobre todo a susurrar en lugar de hablar en tono mayor.

¿Cómo aprenden en China?

El sistema escolar chino es completamente diferente respecto al nuestro, hay mucha más disciplina, rigor y severidad. En China se tiene muy en cuenta la autoridad y la edad así que la figura del docente siempre recibe un trato de respeto que en la tierra del flamenco se ha ido perdiendo paulatinamente. Este trato tiene que ser mutuo a la hora de tratar con los jóvenes chinos, recordando de tratarlos con más formalidad sin pensar que  tengan algún problema con nosotros.

Ventajas

La ventaja, sin duda, es que el alumno chino hace todo lo que se le pide sin “rechistar” ni “resoplar”. Hay que tener en cuenta otros factores, como por ejemplo la costumbre de escuchar al profesor sin participar muy activamente, así que las tareas orales al principio no deberán tener una durada muy larga. Con paciencia, a poco a poco el alumno chino ampliará su tiempo de participación en este tipo de actividades. Otra característica es la tendencia para hacer trabajos controlados frente a los libres ya que estos últimos les causan ansiedad. No olvidemos el gran esfuerzo mnemónico que hacen los alumnos chinos ya que su idioma pictográfico necesita una carga de memoria muy grande, así que un joven chino que aprende español repetirá muchas veces los fonemas de forma oral y las diferentes letras, sílabas y palabras las escribirá llenando hojas y hojas de su libreta.

No preguntes!

La pizarra, la vieja y siempre útil pizarra con sus trocitos de tiza: una herramienta que hay que desempolvar con el alumnado chino ya que este necesita relacionar visualmente las palabras con los sonidos. Nadie se asuste si a la pregunta “¿Has entendido?” el alumno  no contesta: en su cultura si él admite  no haber entendido un concepto, pierde  cara y también el profesor demuestra no haber explicado correctamente. Tampoco hay que preguntar si tienen duda, por el mismo motivo.

Resumiendo

Los docentes deben tener en cuenta todos estos factores culturales antes de sentarse en una clase de español para chinos. En el caso concreto de Y. R. H. se ha utilizado el método de español para chinos de la editorial SGEL. Hemos logrado que en 50 horas de clase aprendiera nuestro alfabeto y  los fonemas más difíciles, como r/ch/z/c, leyera y escribiera correctamente. Además aprendió gran parte de la morfología: sustantivos, adjetivos, género y número, verbos regulares e irregulares en presente de indicativo, determinantes y pronombres. Terminó el curso con un vocabulario muy amplio relacionado  con la vida diaria y con temas más específicos. Conforme la alumna iba aprendiendo, se mostraba más sonriente, más abierta al diálogo y alcanzó un grado mínimo de confianza.

FINAL FELIZ!!!

El último día del curso fue muy emotivo: en el momento de la despedida la profesora se atrevió a acercarse para saludarla y…escapó un besito! La cultura española hizo así mella en la cultura china. Esos son momentos inolvidables de los cuales en Eurolingua estamos orgullosos. Enseñar es una vocación y enriquece tanto el alumnado como el profesorado;  nuestro mejor logro es la sonrisa de nuestros alumnos.

DANIELA LOSITO